SIERRAS, MIRADORES Y PUEBLOS CON ENCANTO
Las rutas de interior en la Costa Blanca y la Costa Cálida ofrecen una experiencia distinta al paisaje costero. Aquí predominan las sierras, los bosques aromáticos y los miradores panorámicos. Además, el invierno realza la belleza del interior: el aire es fresco, los cielos están despejados y la tranquilidad lo envuelve todo. Rutas de interior en la Costa Mediterránea.
Forat de Bèrnia: un balcón natural entre montañas
Una de las rutas más emblemáticas del interior es el Forat de Bèrnia. El sendero asciende por la sierra y llega a un túnel natural excavado en la roca. Al atravesarlo, aparece un mirador impresionante que muestra la costa desde lo alto. Además, el recorrido incluye restos del Fort de Bèrnia, lo que añade un toque histórico.
GR-330: el gran sendero de la Costa Blanca Interior
El interior alicantino ofrece un recorrido extenso y variado a través del GR-330, que atraviesa sierras como Mariola, Aitana y la Font Roja. Este sendero destaca por su variedad de paisajes: bosques de pinos, campos de cultivo y pueblos con mucha historia. Además, sus etapas permiten elegir rutas más suaves o más desafiantes.
Ruta de la Cresta del Gallo y Sierra Espuña (Murcia)
En la Costa Cálida, la Cresta del Gallo ofrece vistas panorámicas sobre toda la huerta murciana. Su recorrido es accesible y combina zonas rocosas con pinares. Por otro lado, la Sierra Espuña ofrece senderos más largos, ideales para quienes desean caminar entre bosques de montaña y barrancos naturales. Ambos espacios se vuelven perfectos en invierno, cuando el clima es suave y estable.
Qué aportan estas rutas
Vivir cerca de estas rutas de interior es un privilegio. Permiten disfrutar de actividades al aire libre durante cualquier época del año. Además, aportan calma, paisajes inspiradores y un contacto directo con la naturaleza mediterránea más auténtica.
Rutas de interior en la Costa Mediterránea
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Imagen de Rubén Lax Navarro en Pixabay
