Más de 218 kilómetros de costa repletos de playas de aguas tranquilas y arenas suaves, 2.800 horas de sol al año, un clima privilegiado y un mar suave han sido durante décadas el reclamo fundamental para millones de viajeros. El clima constituye uno de sus mayores atractivos. Con un invierno apenas perceptible, los ambientes primaveral y veraniego se reparten la mayoría del año.
Una temperatura media de 18 grados es el mejor y más fiable de los indicadores, que a su vez explica el carácter abierto de los habitantes, acostumbrados a recibir visitantes de prácticamente todos los rincones del mundo. Existen numerosos puertos deportivos e innumerables instalaciones repartidas por todo el litoral para disfrutar del mar y de la oferta náutica.
Los amantes del golf pueden estar seguros de encontrar entre sus campos dotados de inmejorables instalaciones. El paisaje de la Costa Blanca está marcado por el mar pero también por las montañas que se asoman a él. En la costa o en el interior, tendrán la oportunidad de descubrir su riqueza gastronómica y la calidad de los vinos que elaboran sus bodegas.
Se pueden recorrer, pequeños pueblos escondidos entre sierras o las más modernas y animadas ciudades costeras, con una intensa vida nocturna. La historia y la arquitectura monumental marcan el paisaje de pueblos y ciudades.